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Historiografía sobre lo vasco

He recuperado de mi biblioteca otra obra dedicada a la Historia del País Vasco, que además tiene ese título y fue publicada en 2004. Me ha sorprendido no encontrarla en GoogleBooks, pero sí está en Dialnet, con una excelente ficha bibliográfica. (Dialnet es una maravilla de servicio de consulta para el investigador; felicitaciones a los responsables.)

En esta obra el espacio temporal se acota a los siglos V-XV, es decir, a la Edad Media. El marco geográfico también se reduce, ya no es la Vasconia transterritorial de Bazán, sino sólo el País Vasco.

Me ha llamado la atención que repitieran plato dos autores de obras comparables, casi coetáneas: Agustín Azkarate —quien parece tener el don de ubicuidad o de exclusividad (para la tardoantigüedad)— e Iñaki Bazán, con un capítulo de título sorprendente: «La caracterización de la civilización vasca medieval (siglos XII-XV)». (El resaltado es mío.)

Mientras leía la introducción (de José Angel Lema Pueyo), he pensado que si alguno de estos historiadores (Azkarate es arqueólogo y dedica unas líneas a defender la interdisciplinariedad) se acercara a Trifinium, tal vez destaparía la caja de los truenos contra este lingüista intruso y osado. Pero antes que yo otros lingüistas han explorado terrenos historiográficos y, salvando las distancias, han sentado un precedente que me sirve de excusa perfecta.

Asimismo he caído en la cuenta de que sólo en tres años (2002-2004) gasté una pasta en libros de historia vasca: de Bazán (2002), de Rivera (2003) y de Barruso y Lema (2004). Ya advierte Bazán en el prólogo del suyo que llega para cubrir un vacío de obras divulgativas aptas para legos que quieran acercarse a la historiografía vasca especializada. Las editoriales (La Esfera de los Libros, Nerea, Hiria) percibirían también esa demanda en el mercado… Otro aspecto reseñable es la procedencia compartida de los autores: La Facultad de Filología, Geografía e Historia  (ahora de Letras) de la UPV-EHU.

Me he acordado por otra parte de la tesis de mi colega y amigo Santi Pérez Isasi (a quien dedico esta entrada): Identidad nacional e historias de la Literatura Española (1800-1939). (Esta obra no es accesible, pero Dialnet ofrece dos artículos suplementarios: El nacimiento de la historia de la literatura nacional española, entre la Ilustración y el Romanticismo y Algunos apuntes sobre los «heterodoxos» de la literatura nacional española en la historiografía (1850-1939); perdón, sólo el segundo es accesible.)

Menciono el trabajo de Pérez Isasi porque las historias de la literatura española han tenido durante todo el siglo XIX y parte del XX el propósito expreso de contribuir a la construcción de la identidad nacional española. El mismo objetivo subyace a muchas historias de lo vasco todavía en el siglo XXI. (También se han escrito historias desde el otro lado, pero no hace falta que las cite ahora).

Entre las que promueven la nación vasca hay una que fue libro de cabecera en mi juventud: la de Martín Ugalde (1921-2004): Síntesis de la Historia del País Vasco, reeditada en 2004 por Ttarttalo:

Nueva Síntesis de la Historia del País Vasco, de Martín Ugalde, es un libro fundamental para todas aquellas personas que deseen conocer la historia del País Vasco desde la prehistoria hasta el Gobierno de Carlos Garaikotxea a través de una visión conjunta.

Sobre la ideologización de la historiografía dice Azkarate (2004, p. 23):

Habría que traer a colación […] la ideologización que ha presidido cualquier acercamiento a nuestro pasado, sea reciente o remoto. Una ideologización excesiva, en ocasiones próxima a la proclama o al alegato político. Es precisamente este exceso el que caracteriza la historiografía sobre lo vasco, aunque no constituya un caso único. Porque hay que recordar —contra lo que algunos piensan— que el riesgo de la ideologización no es una especifidad de nuestra historiografía, sino una condición consustancial al propio oficio de historiador. Implícita o explícitamente, la ideología subyace en cualquier esfuerzo por reconstruir el pasado, que —no lo olvidemos nunca— se lleva a cabo desde la conteporaneidad.

En definitiva que el sesgo ideológico afecta a cualquier historiografía, y de manera acusada a la vasca: ya nos habíamos dado cuenta ;-).

Termino apuntando tres referencias que habían quedado fuera de la entrada sobre las fuentes:

José Ángel García de Cortazar había sido silenciado involuntariamente, pues es uno de los primeros historiadores que he leído en mi juventud gracias a obras de divulgación como Álava en sus manos editada por la Caja Provincial (ahora Vital) en 1983 y en la que se publicó “Los oscuros comienzos de la Alta Edad Media”. Me basé en este texto para una página sobre la Historia de Álava muy popular y de cierta orientación oñacista. Mereció la atención de una gamboínaToti Martínez de Lezea— (yo también lo fui en mi juventud) con quien llegué a intercambiar media docena de mensajes (relativos a la conquista de Vitoria en 1200 por las tropas castellanas  de Alfonso VIII el Noble frente a las navarras de Sancho VII el Fuerte).