El abuelo deAhoztar, nieto de Hotar (por continuar con la analogía inspirada en el documental de Alberto Santana),llegó a Vizcaya desde el Alto Garona por la Vía Tolosana. Esta ruta, luego convertida en Camino de Santiago, era una de las habituales para acceder desde el continente europeo a la península ibérica. Claro que antes de afincarse definitivamente en el Duranguesado, Ahoztar pasó un tiempo en Auch, Orthez, Roncesvalles, Pamplona y Alegría-Dulantzi, todos ellos importantes hitos de la Vía Aquitana.
Estamos analizando el desarrollo teórico de Joseba Lakarra para explicar la dialectología diacrónica vasca y en el apartado 3, ‘La fragmentación de las lenguas antiguas’ de Lakarra (2014:166-181), nos hallamos ante axiomas que consideramos discutibles:
Ofrecemos en Trifinium la transcripción de esta fundamental aportación al conocimiento de la antroponimia vasca medieval. Se ruega que cualquier mención al contenido remita a la referencia original del autor:
‘Antroponimia vasca altomedieval: la aportación epigráfica’
Mundos medievales: espacios, sociedades y poder : homenaje al profesor José Ángel García de Cortázar y Ruiz de Aguirre, Vol. 1, 2012,ISBN 978-84-8102-648-1, págs. 795-806
El texto que sigue es una transcripción parcialmente enlazada del texto original de David Peterson:
“En la Edad Media aparecen en documentos e inscripciones nombres típicos cuya clasificación y distribución geográfica no está aún suficientemente hecha” (Luis Michelena, Apellidos vascos, 1955:20)
Creo que esta observación de Michelena, hecha hace ya más de medio siglo, es todavía pertinente. En consonancia, el objetivo de este trabajo es el de analizar el corpus de antroponimia epigráfica altomedieval publicado por Agustín Azkarate e Iñaki García Camino en 1996 n1, aunque algunos de los nombres que lo constituyen ya eran conocidos con anterioridad n2. Manejaremos unos 46 nombres de persona datados entre los siglos VIII y XI, la mayoría de ellos hallados en lo que hoy es Vizcaya n3. Este último dato es de singular importancia puesto que nuestro conocimiento de la Vizcaya altomedieval, territorio huérfano de diplomática anterior al año 1050, es tan limitado.
Y es que, como a Lakarra, nos intrigan las novedades que sobre la Vasconia tardoantigua y altomedieval (siglos V-VIII) pueda aportar Mikel Pozo en su tesis. En esos siglos se esconden las claves que explican el origen de los dialectos vascos actuales. En los siglos V-VI situamos el desarrollo del vasco común antiguo (Mitxelena 1981, Zuazo 2010, Lakarra 2014). De ese tronco común se desgaja entre los siglos VI-X la rama occidental, que se expande desde la Llanada Alavesa (o Álava nuclear)hacia la Rioja Alta, zonas limítrofes de Burgos (Mitxelena 1976, Peterson 2010), así como hacia los valles cantábricos, entre las cuencas de los ríos Deba y Nervión (Zuazo 2010).
Nos hemos reunido con Mikel Pozo en un par de ocasiones, así como con su director de tesis, Juan José Larrea, con la esperanza de obtener algún anticipo, pero mutis. Sin embargo, desprovisto de los pormenores, Lakarra en su nota 150 ofrece este sustancioso avance (la traducción es nuestra):
Existe en el siglo V unaformación sociopolítica singular en el territorio que abarca la cuenca de Pamplona y los Pirineos, que se expandirá hacia el oeste en las generaciones posteriores y que tendrá conexión directa con el origen del reino de Pamplona a partir del siglo VIII.
Por fin publicamos en Trifiniumuna entrada que celebra su onomástica. Se cumplen cinco años de las primeras pesquisas documentales y resulta gracioso releer ahora lo que ingenuamente escribíamos entonces: ¿Por qué Trifinium? Una versión preliminar del trabajo se presentó (ver diapositivas) en el I Congreso de Estudios Históricos del Condado de Treviño (1-3 de junio de 2011), pero defraudamos a sus organizadores (Roberto González de Viñaspre y Ricardo Garay Osma) al fallar en el envío del texto final y quedar fuera por tanto, con gran pesar nuestro, de la excelente monografía que se publicó con la práctica totalidad de comunicaciones y ponencias. En el III Congreso de la Cátedra Luis Michelena (Vitoria-Gasteiz, 8-11 de octubre de 2012) presentamos una nueva versión, con importantes avances (ver diapositivas), y esta vez sí cumplimos el compromiso de enviar en plazo el texto para las actas que los organizadores acaban de publicar. La referencia es: Joseba Abaitua Odriozola y Mikel Unzueta Portilla (2013). El topónimo Treviño y la prevalencia de errores en historiografía lingüística. III Congreso de la Cátedra Luis Michelena.Ricardo Gómez, Joaquín Gorrochategui, Joseba A. Lakarra & Céline Mounole (arg./eds.) ISBN: 978-84-9860-911-0. pp. 3-25. Hay también un vídeo de la presentación que ofrece una versión parcial del trabajo.
Conclusión principal: «el topónimo Treviño no indica la existencia de un hito fronterizo antiguo ni en el enclave burgalés de Álava, cercano a Miranda de Ebro, ni en ninguno de la docena documentados en la península Ibérica. De la relación etimológica de Treviño con el vocablo latino trifinium se pueden proponer interpretaciones vinculadas a actividades de parcelación agraria o de amojonamiento de fincas en época colonial romana, pero no a presuntas divisiones tribales anteriores a Roma» (Abaitua y Unzueta 2013:20).
Ofrecemos a continuación una versión fragmentada del artículo, como ejercicio del proyecto NeLHi: Enlazando la historia de nunca acabar (Universidad de Deusto, topHistoria). El objetivo es que cada segmento tenga sentido pleno, de forma que pueda ser archivado y enlazado de manera autónoma (Cantamutto y otros 2014), sin perjuicio de que, desde el punto de vista documental y académico, deba interpretarse en el marco de la fuente de la que procede. En este caso, dado que el artículo contiene una revisión de la historiografía lingüística relacionada con el topónimo, hemos mantenido (y enlazado) las citas bibliográficas ya que forman parte ineludible del texto.
Llevo un mes largo disfrutando de uno de los escasos 500 ejemplares de la tesis doctoral de David Peterson, que acaba de publicar este otoño el Instituto de Estudios Riojanos (con más de tres años de retardo desde que se defendiera en la Universidad de Burgos en otoño de 2006). El trabajo lleva por título Frontera y lengua en el Alto Ebro, siglos VIII-XI. Las consecuencias e implicaciones de la invasión musulmana.
Acumulo también un mes de retraso queriendo dedicarle una reseña, pero sufro un colapso por abundancia de información y otras distracciones (como entrevistas con especialistas, incluidas dos con el propio David, asistencia a coloquios y compromisos rutinarios).